viernes, 24 de diciembre de 2010

Brasil y músicos

Diciembre… mes de fiestas y de ponerse las pilas para estudiar antes de las vacaciones. Haré ambas cosas, así que durante este mes no les escribiré sobre cómo “estudiar en Francia y sobrevivir en el intento”, sino de cómo yo sobreviví en el intento durante mis primeros quince días en este país de quesos, vinos y malos olores.

De hecho, tengo otro blog, medio abandonado, de donde estoy jalando estas historias y que lo crée como un ejercicio de memoria (pues la mía es muy mala) para los años venideros.

Llegué a Lyon a estudiar pero estoy en Paris. ¿Qué pasó? ¿Por qué sufrí tanto al llegar? ¿Qué problemas tuve? ¿Qué experiencias graciosas pasé? Esto y mucho más durante diciembre. No cambie de canal y sobretodo ¡no lo leas!

***


El tiempo límite para el alojamiento temporal con Izza era de una semana y se cumplía el miércoles. Sin embargo, ella debía viajar y me insinuó que me busque otro sitio de una vez. De hecho, que sí. Fui al servicio de estudiantes de la universidad para hablar con Insaf corporated pero no estaba. Me atendió otra chica, Eliane, muy pero muy amable. Llamó a un asilado político para ver si quería mudarse conmigo pero él ya había remarcado que sólo iba a aceptar mujeres… Luego sacó la ficha de otro pata para llamarlo y ver si me podía alojar por unos días. Eliane me miró con cara rara y me dijo “pero son músicos eh”. Le dije que no había problema. Llamó y justo el pata estaba en el campus de la universidad y llegó en 3 minutos.
Mientras hacía la cola para hablar con Eliane llegó un patita. Volteé a ver y me pareció latino o árabe o por ahí. Era medio cabezón, flacó, chato (no, no me estaba viendo en un espejo) y medio pelao. Y hasta en lugar de decirle bonjour se me salió algo como “buenos jour”. Le hice el habla y resultó ser un brasileño de muy buen humor y también muy buena gente. Este reencuentro entre sudamericanos fue muy grato para mí. Me sentí un poco en casa sobre todo porque este pata era bastante alegre y conversador, es decir, era un latino. Ah, se llama Samuel y hasta me ofreció alojamiento o cualquier otra ayuda si es que yo tenía problemas.
Ya cuando salí de la oficina luego de hablar con Eliane, me dijo para encontrarnos más tarde para comer. Conversamos bastante y nos reímos bastante. Me sentí muy bien riéndonos de todo lo que pasa un no francés en este país. Samuel, resultó ser medio loco. Se vino hace 4 años a Francia sin saber decir “hola” en francés ni en inglés. Encima se vino a estudiar Filosofía. Estuvo en una escuela de idiomas los primeros meses y luego pasó a la universidad. Pero, claro, lo jalaron en todo. Repensó lo de la filosofía y estudió comunicaciones. Ahora está haciendo un master en comunicaciones, trabaja y sigue sin saber inglés. Como le dije que yo sí lo hablaba se ofreció pagarme para unas clases. Lo pensé pero no me gustó el hecho del pago, además no es que la rompa en inglés. Me respondió que mi respuesta era de latino pues acá los franceses siempre cobran por lo que hacen. Eso es lo que dice él aunque a mí me vienen alojando 2 veces gratuitamente.
Y hablando del alojamiento. Pues antes de conocer a Samuel conocía al patita que se ofreció a hospedarme temporalmente. Se llama Maxime y en realidad no es 1 patita sino son como 5. De los 5, 4 están en la universidad pero lo que comparten en común es la música. Tienen su grupo de ska que se llama las sardinas. Son tranquilones en realidad. Pensé que podían ser medio locos pero no. Bueno, hay un gringo que dicen que es el que mejor toca que sí es medio raro pero todos muy amables y serviciales conmigo. Les gusta el alcohol y el cigarro, además de la música. Uno de ellos; Maxime, se ofreció a encontrarse conmigo en el paradero del metro que debía tomar para llegar a su depa. Lo que no sabía era que tenía unas maletotas. La sufrió el flaco.
Su departamento está en el centro de la ciudad y la particularidad de su edificio es que sólo habitan músicos. No se escucha nada de los otros depas. Ah, este depa es mucho más grande (150 metros cuadrados) lo cual es muy raro acá en Francia. Y otras de las diferencias es que este sí es un depa de hombres, casi de machos se podría decir. Hay restos de comida en muchos sitios, botellas de cerverza vacías, la cocina es un desorden total, al igual que el cuarto donde me duermo, etc. Ah, el baño es una maravilla. Creo que no lo limpian desde el cambio de milenio pero a mí no me importa y hasta me siento más cómodo.
(vista desde el depa de los músicos)
En la noche nos sentamos a conversar bien acompañados de unas cervezas. Luego sacaron otro licor que se llama anis y, sí, es el mismo que el licor arequipeño pero de un color caramelo. Acá, sin embargo, lo toman con agua. Si bien eso debe ser un sacrilegio para los peruanos, la verdad que así resulta ser más rico y tomable.
Todo esto los hace parece como alcohólicos pero en realidad no es así. Sólo fueron un vasito. Conversamos sobre Perú y les conté muchas cosas. Sabía que la única imagen que tenían de Perusalem era MachuPicchu y las llamas. Y de hecho fue así. Les conté que los incas ya habían muerto hace algunos años y que hasta televisión teníamos. Me preguntaron si tocaba algún instrumento y luego me trajeron la guitarra. Tocamos algo de su estilo con unas notas básicas y fue interesante. Ahí me di cuenta que el gringo toca bacán. Bueno, también tenían un cajón! Pero casi parecía cajón de muerto porque era grandazo. Me senté y mis pies me colgaban. Les conté que era peruano y su historia más. Les gustó mucho.
Uno de estos patas me hacer recordar al hijo menor de Lady D. Parece inglés y todo el mundo se lo dice. Pero la diferencia es que este no es de la nobleza pero sí es muy noble. Va a estudiar kinesiología. Está en una especie de pre que parece ser muy dura y además es muy difícil entrar. Ah, la carrera es de 3 años. Chúuuuuuuuuupate esa.
Otro de los músicos tiene una cara de loco fenomenal. La barba le ayuda. Sin embargo, es muy amable y hasta timidón. Maxime es un flaco alto muy canchero. El gringo es medio loco y risueño y él sí está dedicado enteramente a la música. Tocan unas 3 veces por mes en algún local pero ahora van a discutir sobre su grupo pues hay un par de integrantes (son como 7) que ya no están en Lyon. Si me quedara en esta ciudad les diría para unírmeles. ¡Hubiera sido genial!

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