He vivido toda mi vida en Lima, una ciudad con playa pero nunca he sido playero. Sin embargo, ahora siento que la playa me falta.
Paris está casi en el centro de Francia y la posibilidad de ir a una playa implica un trayecto de varias horas. La solución: Las piscinas. Paris, sin contar el banlieue, cuenta con ¡38 piscinas! Vamos, no todo es el estudio.
Hacer ejercicio o simplemente relajarse son opciones válidas. En la piscina a la que voy hay cada caso...gente que no sabe nadar, gente que no sabe nadar y que cree saber, otros que se creen flotadores, y por supuesto los siempre inoportunos niños.
Una entrada cuesta 3 euros; si pagas por 10 entradas, cuesta 24 euros; y el abono de 3 meses, 37 euros. Si desean tomar clases de natación, la gracia sale mucho más cara. Todas las referencias de precios (entre otras, como la ubicación de las piscinas en el googlemap) vienen de la web de la Mairie de Paris. Si tienes menos de 26 años y resides en Paris, tendrás un descuento.
Los horarios de las piscinas varían mucho pero lo interesante es que incluso algunas abren hasta la media noche. Algunas cierran en ciertas épocas del año, como una de las pocas piscinas al aire libre en Paris que se halla, nada más y nada menos, que al costado del Sena. Hay piscinas sucias y otras limpias. Ah, y aunque no lo crean, hay piscinas donde está permitido nadar desnudo.
Yo siempre he nadado con bermudas y así planifiqué hacerlo acá. Mi primer día, segundos antes de entrar a la piscina, me dijeron que no se podía. Por alguna regla extraña, los hombres deben nadar únicamente con bikini. Me sentí casi violado. En las mismas piscinas suelen verder estas ropas de baño (aprox. 12 euros), así como gorros y lentes de natación.
(Lamento informarles que no estoy seguro que vendan la ropa de baño "Borat")
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